La salud mental debe integrarse en la prevención social de la violencia

  • El confinamiento ha sido determinante en el incremento de las violencias, los factores de riesgo se trasladaron a los hogares convirtiéndose en estresores crónicos.
  • Es importante consolidar una política pública de prevención social de la violencia para Nuevo León con una visión común e integral que considere a la salud mental.   

Monterrey, Nuevo León, a 30 de agosto de 2022. En Nuevo León es urgente construir una visión común que permita reducir los factores de riesgo, aumentar la protección y los servicios de salud mental para generar condiciones de bienestar social, coincidieron especialistas y funcionarios públicos al analizar los efectos de la pandemia con la incidencia de delitos y la violencia en el 4to Diálogo por la Paz, este martes. 

En el conversatorio La salud mental y sus efectos en las violencias de Nuevo León, organizado por Consejo Cívico, Consejo Ciudadano de Seguridad Pública de Nuevo León y la Universidad Metropolitana de Monterrey, intervinieron Ruy Govea Garza, coordinador de la Clínica de Atención Psicológica de la Universidad Metropolitana de Monterrey; Juan Josél Roque Segovia, director de Salud Mental y Adicciones de la Secretaría de Salud de Nuevo León; Nelly Flores Pineda, subdirectora de Bienestando Clínica Psicológica; e Iván Viramontes, encargado de Bienestar Estudiantil de la Dirección de Formación Integral de la UANL. 

Al enfrentar una pandemia mundial, la población aprendió a vivir en contextos de miedo, incertidumbre, aislamiento, aflicción, estrés económico y escasez que dejaron un alto costo social, pero también en la salud mental que se reflejan en situaciones de violencia en nuestra comunidad como de manera autoinfligida. 

El confinamiento ha sido determinante en el incremento de las violencias que ya existían e iban en incremento como la violencia familiar, delitos sexuales, feminicidios y homicidios. Al modificarse los contextos por el distanciamiento social y escasas herramientas psicoemocionales, los factores de riesgo se trasladaron a los hogares convirtiéndose en estresores crónicos.

De acuerdo con el área de Salud Mental y Adicciones de la Secretaría de Salud de Nuevo León, en 2021 se incrementó en 40% de incrementaron las consultas; mientras que en el primer semestre de este 2022 ya se atendieron a la mitad de pacientes por abuso de sustancias adictivas en todo el año anterior. El costo social y económico de la salud mental en México se estima en $27 mil millones de pesos anuales. 

Frente a este contexto es urgente implementar estrategias para disminuir la incidencia de las violencias y priorizar la prevención de manera focalizada y articulada en las comunidades donde se intervienen para identificar las condiciones de vida e incentivar el uso de programas basados en evidencia. Mientras que en la implementación deben utilizarse mecanismos de evaluación y monitoreo que permitan añadir componentes que mejor se adapten a las condiciones de la población. 

Coincidieron en que se necesita mayor personal calificado ante el incremento de la demanda de los servicios de la comunidad, con el fin de ofrecer programas de atención individual, comunitarios y grupal, además de priorizar el autocuidado del mismo personal de salud. 

Contar con una atención integral de la salud mental de Nuevo León requiere de adecuar la legislación correspondiente y dotar de un presupuesto público que garantice la permanencia de los programas y proyectos a largo plazo. En este sentido, es urgente construir una visión común para propiciar una colaboración multisectorial para consolidar una política pública de prevención social de la violencia para Nuevo León.   

En el 5to Diálogo por la Paz, el próximo mes de octubre, la conversación se centrará en la importancia de los presupuestos estatal y municipal para la prevención social de la violencia en Nuevo León. 

Ingresa aquí para ver la transmisión del 4to Diálogo por la Paz en vivo.