Hace 45 años que comenzamos a trabajar por Nuevo León

Todo comenzó en febrero de 1975, dos años después de que Monterrey había vivido el asesinato de don Eugenio Garza Sada, y se encontraba en medio de un contexto social convulsionado. Este fenómeno de represión afectaba a todo el país y en la ciudad se hacía patente en una relación tensa entre el empresariado y gobierno federal. 

Era necesario unirse para ver por el bien de la población de Nuevo León, ya que la percepción general era que las autoridades no estaba haciéndolo, por lo que grupo de ciudadanos empezaron a reunirse para ser un contrapeso a las decisiones arbitrarias de los gobiernos a través de una voz común y fuerte. 

Ellos tenían un objetivo claro: consolidar una organización ciudadana, sin preferencias políticas ni religiosas, para actuar sobre los problemas que vivían los habitantes de Nuevo León en esa década. Empezaron a construir un espacio para expresar sus preocupaciones sin miedo, a la vez de ofrecer herramientas para generar una sociedad más participativa, transparente y justa para quienes aquí habitamos. 

Manuel Rivero y José Luis Coindreau fundadores de Consejo de Instituciones de Nuevo León AC, como se llamó en un inicio, empezaron a invitar a las organizaciones civiles y ciudadanos para unificar un sola voz de exigencias, y hacerla más fuerte.

Al principio, implementaron acciones de protesta contra los actos de corrupción en las dependencias públicas; recibir y gestionar quejas de los usuarios de Teléfonos Mexicanos; posteriormente la institución se enfocó en la búsqueda de la naciente democracia en México, involucrándose los comicios electorales en la década de los 90, como testigos de los procesos electorales; hasta convertirse en una de las primeras organizaciones civiles en iniciar con los debates entre dirigentes de partidos políticos.

Consejo Cívico, como organización civil, ha sabido adaptarse y luchar por los diversos problemas que ha enfrentado la ciudadanía nuevoleonesa a través de más de cuatro décadas.

En la actualidad, la esencia de vincular y articular a la sociedad civil organizada, así como darle una voz para transformar a la sociedad, sigue siendo el ADN que guía el trabajo de la institución a través sus ejes de Desarrollo Ciudadano, Evaluación Gubernamental, Sociedad sin Corrupción y Paz y Seguridad. Porque para ser un agente de cambio, Consejo Cívico tiene la filosofía de que es necesario creer con pasión y esperanza que todos podemos lograr un cambio desde la raíz: esto ha sido el motor durante los primero 45 años de existencia, y es lo que lo sigue impulsando a trabajar por un mejor futuro.

La historia Consejo Cívico es la historia de la la batalla de la sociedad civil de Nuevo León por una mejor comunidad en todos los aspectos. Y es el testimonio vivo de cuando los ciudadanos preocupados por los problemas comunes se unen, organizan, involucran y proponen soluciones, los cambios sociales se logran. 

Es hora de celebrar nuestros primeros 45 años de la mano con cada uno de ustedes, ciudadanos que participan y se comprometen con un cambio. ¡Celebremos juntos todo el año!