Gobernador queda a deber a la ciudadanía

No vemos de qué manera se podrá recolectar firmas para una posible campaña presidencial y a la par de gobernar el estado.

Monterrey, Nuevo León, a 04 de octubre de 2017. Ante el evidente interés del Gobernador Jaime Rodríguez Calderón de buscar el registro para contender por la Presidencia de la República, desde la sociedad civil organizada consideramos que el Ejecutivo estatal falta al compromiso que contrajo con la ciudadanía una vez electo.

Rodríguez Calderón queda a deber a la ciudadanía que votó por un gobernador de tiempo completo, que iba a durar seis años en su gestión para enfrentar y resolver los retos de Nuevo León, y que en realidad no ha estado concentrado en su función principal, que es la de gobernar el Estado.

No vemos de qué manera se podrá recolectar firmas para una posible campaña presidencial y a la par de gobernar el estado. Lo correcto sería que el Gobernador defina si quiere gobernar Nuevo León o ser candidato, y dedicarse de tiempo completo a una de estas dos tareas.

A dos años de su gobierno

A dos años de distancia desde que inició la administración de Jaime Rodríguez Calderón, la sociedad civil organizada observamos grandes retos y áreas de oportunidad para tener un mejor Nuevo León.

Esta administración empezó un importante esfuerzo para vincular a funcionarios de la anterior administración a proceso, un hecho histórico. Sin embargo, por problemas ligados a nuestro marco jurídico, estas vinculaciones todavía no se traducen en sentencias firmes que garanticen castigos o reparación del daño al erario ocasionado.

La Contraloría ha realizado también un importante trabajo para sancionar en lo administrativo e inhabilitar a funcionarios de la anterior administración. En lo interno, si bien se han emprendido acciones para promover un gobierno ético y honesto, todavía falta por ver en los próximos años que la lucha contra la corrupción será realmente el sello.

Respecto a la seguridad, la administración arrancó con alzas importantes en delitos de alto impacto, como lo son el homicidio y el robo de vehículo. Aunque se han mejorado los índices delictivos en los últimos meses, falta trabajo por hacer para recuperar niveles de seguridad aceptables en Nuevo León.

En cuanto al sistema penitenciario, se ha iniciado un proceso de despresurización de los penales, sin embargo estos primeros dos años han estado marcados por hechos violentos y muertes en estos recintos. Hay grandes retos por delante para que Nuevo León tenga penales dignos y una real reinserción de los internos a la sociedad.