Monterrey, Nuevo León, a 02 de julio de 2018. La elevada participación de la ciudadanía en las urnas durante este 1 de julio nos habla de una democracia mexicana fortalecida que exige un cambio estructural de las instituciones y el desempeño de nuestros gobernantes.
En Nuevo León no debemos omitir esta realidad que alcanza al Gobierno Estatal, cuyo mandatario se reincorpora a sus funciones tras una participación en las elecciones presidenciales que generó una gran pérdida de credibilidad y legitimidad debido a las irregularidades encontradas por el Instituto Nacional Electoral (INE) en su campaña.
Recordemos que los señalamientos del órgano electoral fueron reiterados por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Trife). Estas irregularidades fueron: la participación de más de 500 funcionarios estatales para recabar firmas en día y horario laboral; la triangulación de recursos a través de empresas fantasma, y los pagos a auxiliares a través de tarjetas por el acopio de firmas para la candidatura presidencial del Bronco.
Es claro que esta serie de acusaciones e investigaciones deberán continuar su curso legal y administrativo. Por lo que pedimos y estaremos al pendiente de que la FEPADE investigue las irregularidades encontradas; que la Auditoría Superior del Estado investigue la procedencia de los recursos utilizados en las campañas; que la Fiscalía Anticorrupción revise que no existan delitos de corrupción que deban ser perseguidos; y que la Contraloría del Estado aplique las sanciones correspondientes a los funcionarios implicados.
La administración pública de Nuevo León enfrenta retos y áreas de oportunidad importantes en materia de seguridad, transparencia, desempeño gubernamental y combate a la corrupción. Y el Gobierno estatal sólo no podrá enfrentarlos y solucionarlos. Por lo que hacemos un llamado a la ciudadanía de Nuevo León, a ser participativa, exigente, y responsable para la resolución de estos problemas que nos afectan a todos.