Que no te den atole con el dedo

«Votemos de forma inteligente» en este momento decisivo para México, escribe Hagámoslo Bien. «Pongámonos al tiro»

Este es un momento decisivo para el país. Votar es como cuando decides casarte con alguien, compartir un plan a futuro, una familia, un presupuesto, una forma de hacer las cosas. Vamos a casarnos por 6 años. No es una decisión menor.

Además, no solo se casa uno con el pretendiente. El matrimonio es también con la familia, con los cuates, con sus secretos y su pasado. Es un paquete completo. Es algo que debemos tener en cuenta para votar de la forma más inteligente posible.

Muchos candidatos nos van a prometer el cielo y la tierra: Nos dirán que en ellos está el futuro, querrán darnos regalos, se mostrarán como nuestros amigos, nuestros cómplices. Aquí es donde debemos ponernos al tiro.

Analicemos de forma crítica sus propuestas y sus promesas. Habrá muchas que suenen muy bien, pero que no se pueden llevar a la realidad. Habrá otras que nos dicen lo que queremos escuchar: que habrá subsidios, igualdad, dinero para todos, más trabajo.

Pero analicemos: ¿en realidad el candidato va a poder cumplirle a todos a quienes les promete?, ¿va a tener el dinero para darles a todos?, ¿va a poder cambiar, él solo, todo lo que dice que va a cambiar?

Si es alguien con quien nos vamos a casar, recordemos que, de novios, es decir, en campaña, todos dicen palabras bonitas, prometen de todo y al final, después del matrimonio, no pasa nada, aquel galán se convierte en una decepción. Por eso, no nos casemos con el que nos diga palabras bonitas, sino con el que sepamos que le va a hacer bien al país.

Votemos de forma inteligente, que no nos den atole con el dedo. Pongámonos al tiro.

Esta es una columna de Hagámoslo Bien, organización afiliada a Consejo Cívico