La crianza de una niña o niño es una de las responsabilidades más importantes que tenemos como seres humanos, lamentablemente a esta responsabilidad en muchas ocasiones no se le da el valor que merece y se evaden y justifican los errores en la crianza de los hijos con frases anacrónicas como: «nadie te enseña a ser padre o madre», «los bebés no vienen con instructivo», «los hijos son como los dedos de las manos». Pudiera ser aceptado que a principios del siglo veinte estas justificaciones fueran validadas por la parentela de los recién nacidos, por la sociedad en general y no se diga por el gobierno o instituciones públicas en turno, que en aquellos tiempos todavía estaban convencidos que la crianza solo era responsabilidad de la familia y se mantenían al margen como simples espectadores inactivos.
Afortunadamente con el transcurrir de los años, y con estudios científicos enfocados en la primera infancia realizados en diversas áreas como la medicina, la psicología, el derecho y la economía solo por mencionar algunas, se ha avanzado enormemente obteniendo evidencias que más que preocuparnos nos deben de ocupar para actuar en beneficio de esta etapa inicial de la vida tan importante y de tan corto tiempo.
La primera infancia, es decir de cero hasta antes de seis años cumplidos, es la etapa de la vida en la cual las niñas y niños sí o sí, deben de recibir distintas atenciones en momentos claves para lograr desarrollar integralmente su potencial. Estas atenciones desde el ámbito familiar, social o gubernamental, deben ser accesibles para todas y todos, no solo por cubrir un aspecto moral o por afecto o bondad, sino porque en nuestro país forman parte de un conjunto de derechos protegidos por la Constitución Política Federal, vinculando en la promoción, respeto, protección y garantía de estos derechos a todos los órdenes de gobierno –federal, estatal y municipal- y a todos los poderes públicos del Estado, es decir, al ejecutivo legislativo y judicial.
Iniciativas ciudadanas de impacto colectivo como el Pacto Por la Primera Infancia, aboga y acompaña al gobierno federal, gobiernos estatales, municipales y legisladores, buscando avanzar cada vez más en la garantía de los derechos de las niñas y niños antes de que cumplan seis años de edad.
«La primera infancia, es decir de cero hasta antes de seis años cumplidos, es la etapa de la vida en la cual las niñas y niños sí o sí, deben de recibir distintas atenciones en momentos claves para lograr desarrollar integralmente su potencial.»
En Nuevo León el actual gobierno (2021-2027), firmó el Pacto por la Primera Infancia comprometiéndose a:
- La disminución del porcentaje de pobreza en niñas y niños menores de seis años.
- Reducir la desnutrición crónica, la anemia y detener el aumento del sobrepeso y obesidad.
- Incrementar el porcentaje de lactancia en la primera hora de vida y el porcentaje de lactancia materna exclusiva en menores de seis meses de edad.
- Lograr que al menos nueve de cada diez niñas y niños de un año reciban las vacunas que les corresponden.
- Detectar de manera oportuna la discapacidad e incrementar la cobertura de educación y salud para las niñas y niños menores de seis años con discapacidad.
- Incrementar el porcentaje de niñas y niños con un desarrollo infantil adecuado, la cobertura de evaluación del desarrollo, y disminuir las brechas de desarrollo entre niñas y niños ricos y pobres.
- Asegurar que más niñas y niños menores de tres años participen en programas de Desarrollo Infantil Temprano o de Educación Inicial en cualquiera de sus modalidades, y que la mayoría de niñas y niños de tres años de edad reciban educación preescolar de calidad.
- Que más familias de niñas y niños menores de seis años participen en programas de habilidades parentales y prácticas de crianza en cualquiera de sus modalidades.
- Lograr el registro de nacimiento oportuno de las niñas y niños para la obtención de su primera acta.
- Avanzar en la erradicación de todas las formas de violencia contra la infancia disminuyendo el maltrato infantil, la violencia sexual y los casos de desapariciones de niñas y niños menores de seis años de edad.
Lo anterior se traduce en la oportunidad de acortar las brechas de desigualdad para ir disminuyendo la deuda histórica que se tiene con la sociedad y en particular con las niñas y niños.
No hay pretextos, se cuenta con las fortalezas económicas, técnicas e institucionales para cumplir con las metas a través del impulso de políticas públicas y el diseño e implementación de modelos sistemáticos dirigidos a las familias de niñas y niños en la etapa de primera infancia.
Todos somos responsables desde nuestro espacio de ejercicio –gobierno, sociedad civil organizada, academia, empresarios y ciudadanos en general- de acompañar, observar, proponer y exigir se llegue a los resultados idóneos para cumplir de manera contundente con las metas enfocadas en la primera infancia.
Tenemos y estamos ante una oportunidad histórica, una oportunidad que no debemos desperdiciar.
Referencias:
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (5 de febrero de 1917).
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. La agenda de la infancia y adolescencia 2019-2024. (s.f). https://www.unicef.org/mexico/media/306/file/agenda%20de%20la%20infancia%20y%20la%20adolescencia%202019-2024.pdf
Estrategia Nacional de Atención a la Primera Infancia ENAPI.
https://www.gob.mx/sipinna/documentos/estrategia-nacional-de-atencion-a-la-primera-infancia-enapi
El Pacto por la Primera Infancia
https://www.pactoprimerainfancia.org.mx/el-pacto/
Página electrónica del Gobierno del Estado de Nuevo León.
https://www.nl.gob.mx/boletines-comunicados-y-avisos/firma-estado-pacto-por-la-primera-infancia