Monterrey, esperanza para migrantes y regiomontanos

Cuando separamos la verdad y los hechos de los miedos y las desinformaciones, nos damos cuenta que el mundo no es como lo creíamos. Nos enfrentamos a un nuevo horizonte lleno de oportunidades y posibilidades que antes no existían a nuestros ojos.

¿Qué sucede cuando analizamos el fenómeno migratorio? Cuando eliminamos los datos falsos, cuando perdemos el miedo de ver a otro ser humano como nuestro similar y cuando optamos por liberarnos de los prejuicios que tanto asfixian a nuestra sociedad, nos encontramos ante una situación de desarrollo, de prosperidad y de progreso en la defensa de los derechos humanos.

No debemos perder de vista que los inmigrantes y científicos Ugur Sahin y Ozlem Tureci se convirtieron en luz de esperanza para el mundo al ser las mentes detrás de una de las vacunas que han podido controlar esta pandemia. Esta esperanza, no hubiera sido posible si debido a prejuicios, xenofobia y políticas migratorias deficientes, las personas inmigrantes a Alemania no hubieran tenido el debido acceso a sus derechos y, por ende, las numerosas oportunidades de alcanzar su potencial en esta nación.

Ilustración por Adrián Oviedo para Consejo Cívico

En el ámbito internacional, el día de hoy vemos con optimismo a estos dos migrantes que han logrado lo que a inicios de la pandemia parecía inimaginable, mostrándonos la importancia de la integración de las personas migrantes en las diversas sociedades alrededor del mundo.

Como regiomontanos, no podemos perder de vista el gran flujo migratorio que se vive en Monterrey y su área metropolitana. Así como Ugur y Ozlem, con cada uno de los migrantes que ingresan a nuestra ciudad, llegan historias, conocimientos, aportaciones y oportunidades que antes no teníamos, dándonos la oportunidad de crear una sociedad mejor.

Recordemos que nadie se encuentra exento de algún día, tener que cargar con una sola mochila, y caminar hacia lo desconocido, en busca de una mejor vida, tal y como lo hizo nuestra comunidad en el 2011 cuando debido a la inseguridad que azotó a nuestra ciudad, numerosas familias y amigos emigraron a los Estados Unidos en busca de estos mismos derechos que nuestros hermanos migrantes vienen a buscar a Monterrey el día de hoy.

Ahora más que nunca y a la luz de la implementación del nuevo proyecto por parte del Gobierno de Nuevo León y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), Monterrey se convierte en un lugar clave para tomar lo mejor de cada persona e integrarlo en una ciudad diversa y rica en culturas.

Nos encontramos ante un nuevo panorama donde las personas solicitantes de la condición de refugiados pueden obtener la Clave Única de Registro de Población (CURP) de manera ágil y expedita, garantizando el acceso oportuno a los servicios básicos como salud, educación, trabajo y vivienda.

De esta manera, se brinda una “llave” a las personas migrantes para una integración completa a la sociedad regiomontana, donde se respeten los derechos humanos y donde se reconozca que cada persona es única y tiene algo que aportarnos como sociedad. Este proyecto, es un gran avance en el reconocimiento de los derechos humanos pues, anteriormente, los solicitantes de refugio debían esperar meses, y a veces hasta más de un año para tener el acceso a sus derechos consagrados por los instrumentos internacionales, incentivando el trabajo informal y condiciones de vida deficientes.

Como comunidad regiomontana, no debemos olvidar que todos los seres humanos tenemos el derecho a migrar, a no ser discriminados y al trabajo, entre otros.

Recordemos que nadie se encuentra exento de algún día, tener que cargar con una sola mochila, y caminar hacia lo desconocido, en busca de una mejor vida, tal y como lo hizo nuestra comunidad en el 2011 cuando debido a la inseguridad que azotó a nuestra ciudad, numerosas familias y amigos emigraron a los Estados Unidos en busca de estos mismos derechos que nuestros hermanos migrantes vienen a buscar a Monterrey el día de hoy.

Acojámoslos, protejámoslos, promovámoslos e integrémoslos en nuestra sociedad y esperemos que las y los candidatos a puestos de elección popular también rindan cuentas en sus propuestas y plataformas políticas de una implementación de políticas públicas hacia la población migrante y refugiada que ha llegado a nuestra ciudad y muestren su decidida participación en la construcción de una gobernanza migratoria local.