Sin el INAI, menos transparencia ciudadana

 

«Si puedes controlar la información, puedes controlar a la gente».- Tom Clancy

 

La desaparición del INAI es un golpe que, aunque muchos no lo sientan todavía, afecta directamente a todos los mexicanos. Piensa en esto: sin el INAI, ¿cómo podremos saber qué hace el gobierno con nuestros impuestos, cómo gasta o en qué proyectos invierte? Lo que parecía un derecho garantizado, ahora se complica. Y no fue algo casual; esto se planeó desde febrero de 2024 durante la administración federal anterior con el argumento de ahorrar y hacer más eficiente la administración pública. Para noviembre, la iniciativa enviada por el Ejecutivo se aprobó en el Congreso con 347 votos a favor y 128 en contra. Así de rápido se tomó una decisión que cambió por completo el panorama democrático que se construyó durante décadas.

El INAI no sólo era un lugar al que ibas a pedir información; era la herramienta que obligaba al gobierno a rendir cuentas. Sin ésto, las reglas cambian. Ahora, si necesitas información pública y te la niegan, tendrás que pasar por un proceso mucho más complicado, probablemente costoso y, lo peor, dependerás de una Secretaría que responde directamente al Ejecutivo. ¿Cómo confiar en un árbitro que también juega para el equipo contrario?

Y no hablemos únicamente de transparencia. La protección de tus datos personales también está en juego. Estamos hablando de información sensible: tu nombre, dirección, estado de salud o incluso tus datos bancarios. Sin un organismo autónomo que supervise cómo se manejan, esa información queda a merced de decisiones discrecionales. ¿Te acuerdas del caso Pegasus? Ahí vimos cómo el gobierno espió a periodistas y activistas. Ahora, sin contrapesos, el riesgo de que algo así vuelva a suceder aumenta considerablemente.

Además, está el tema de la Plataforma Nacional de Transparencia, donde se almacena información de más de 15 mil millones de registros públicos. Sin el INAI, ¿quién asegura que funcione correctamente? Ya en 2024 enfrentó más de 270 millones de ciberataques. Ahora, sin la inversión ni la supervisión adecuada, esa plataforma, que es como un archivo digital del país, podría caer en el olvido o volverse inaccesible.

Más que ser un tema político o administrativo, esto algo que afecta a cada ciudadano que quiere entender qué pasa en su país y proteger su privacidad. Sin transparencia ni rendición de cuentas, dejamos la puerta abierta a más opacidad, corrupción y abusos. Por eso, aunque suene lejano, la desaparición del INAI nos pone en una posición de vulnerabilidad que nadie debería ignorar.