Monterrey, Nuevo León, a 29 de junio del 2021. El sector público, la iniciativa privada, la academia y la sociedad civil tienen el reto de cuestionar y romper los paradigmas sobre los cuales han sido construidas la mayoría de las instituciones, en particular los roles de género y el machismo, si se pretende acabar con la violencia estructural que afecta nuestro país, coincidieron expertos en el tercer Diálogo por la Paz y la Justicia organizado por Consejo Cívico.
En el evento, que tuvo el tema El machismo y su relación con las formas de violencia en nuestra comunidad, participaron Laura Karina Castro, profesora-investigadora de la Facultad de Trabajo Social de la UAdeC; Pamela Teutli, de FORTIS Consultoría; Omar Méndez, director de posgrado de la Universidad Metropolitana de Monterrey; y Gerardo Rodríguez Briseño, encargado del despacho de Dirección del Instituto de Formación Profesional de la Fiscalía de Justicia de Nuevo León.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2016 del INEGI, 34.3% de mujeres de 15 años y más ha experimentado algún tipo de violencia sexual en los espacios públicos o comunitarios. Y tan solo marzo de 2020 a marzo de 2021, durante la pandemia, las denuncias por violencia familiar incrementó un 300%, ejercida principalmente por hombres violentos.
“Al abordar el concepto de machismo y masculinidad en la cultura mexicana se tiende a asociar el sexo con el género de las personas, dictando así una construcción social de estereotipos, roles y etiquetas. Mientras que los hombres se apropian espacios de poder, y roles como el de proveedor de su hogar, las mujeres son relegadas a espacios privados, de cuidado del hogar y la familia”, consideró Pamela Teutli.
“La realidad social reafirma o castiga el machismo”, afirmó Gerardo Rodríguez “pero pese a las estructuras sociales arraigadas es posible asumir una masculinidad responsable que parta de una introspección individual sobre la violencia que ejercen los hombres en sus relaciones con otros hombres y mujeres, y el mismo contexto cotidiano donde se desenvuelven. Las mujeres también deben reconstruir los roles que tradicionalmente han asumido, y buscar activamente involucrarse en espacios públicos y de poder”.
“Con un trabajo de deconstrucción podemos ir dinamitando un poco estas estructuras, estos hilos que antes eran invisibles. La respuesta es que ahora no son nada invisibles gracias a muchas investigaciones y las mismas redes sociales, por esto podemos ir abandonando un poco esta armadura que a veces tenemos los hombres”, comentó Omar Méndez.
Los panelistas resaltaron la importancia de que las iniciativas tanto privadas como públicas deben contribuir a romper paradigmas obsoletos. Por ejemplo los programas que reproducen esquemas patriarcales como los apoyos económicos a mujeres jefas de hogar, y deben enfocarse en una inclusión estructural y real que impacte en un cambio positivo.
En el contexto del cambio de gobierno en Nuevo León, tanto participantes como panelistas en el tercer Diálogo por la Paz y la Justicia coincidieron en que el sector público, la iniciativa privada, la academia y la sociedad civil deben tomar la oportunidad de incidir en políticas transversales, un verdadero compromiso para garantizar la igualdad de forma integral y dar seguimiento puntual durante los próximos tres y seis años para construir una comunidad libre de violencia.
Los Diálogos por la Paz y la Justicia se realizan de manera bimestral para abordar los temas que aporten a la prevención de la violencia y los delitos a través de la perspectiva y experiencia de miembros de la academia, el sector público y la sociedad civil organizada. El próximo diálogo se tiene previsto para el 31 de agosto próximo.
Encuentra aquí la transmisión grabada de la tercera edición de los Diálogos por la Paz y la Justicia.