Monterrey, Nuevo León, a 31 de mayo del 2021. Un transporte público eficiente, seguro y asequible impacta en una mejor movilidad dentro de la ciudad, en mejores tiempos de traslado, en el aire que respiramos y la calidad de vida de cada uno de nosotros y nuestras familias. Pero esto es justo lo que el área metropolitana de Monterrey no tiene, no contamos con opciones de transporte que nos motive a usarlas.
En los últimos años la partición modal, es decir el uso de las diferentes modalidades de viaje se ha modificado de forma contrastante. Hoy, 46% de los viajes en la ciudad se realizan en autos particulares, y apenas un 20% en el transporte público, de acuerdo con la encuesta de percepción Así Vamos de Cómo Vamos Nuevo León.
Y ¿cuáles son los retos que se tienen que atender para mejorar el transporte público?, los análisis de expertos y resultados de diagnósticos dan una mayor claridad de esto:
- Es urgente reestructurar las rutas urbanas con base en el el origen y destino, así como en la demanda real de los usuarios. Hernán Villarreal, experto en movilidad y transporte urbano, considera que se requiere una reestructuración del servicio a través de rutas concentradoras que alimenten a unidades urbanas en ramales dentro de un modelo con forma de un octágono que cubra toda el área metropolitana y garantice costos bajos y tiempos de traslado cortos.
- Se debe recuperar el índice de pasajeros por kilómetro. Este indicador contribuye a entender cuántos pasajeros se transportan por kilómetro, subiendo y bajando de la unidad, flujos y frecuencias; y así saber el costo operacional por kilómetro recorrido, costo de combustible, desgaste de llantas, para que sea rentable operar las rutas.
- Es indispensable incrementar el número de unidades de rutas urbanas. En la actualidad se estima que son solo 2 mil 800 unidades las que están en circulación, hace 6 años eran alrededor de 5 mil 500. El compromiso debe ser recuperar y superar las 6 mil unidades gradualmente a partir de este 2021.
- Renovación de las flotillas de las rutas urbanas. Hoy las unidades tienen un alto índice de antigüedad, y si bien no se han ajustado las tarifas del transporte público en los últimos años, tampoco se ha desarrollado un plan integral de financiamiento u apoyo luego del impacto económico de la pandemia.
- Es necesario facilitar la intermodalidad. Esto es la integración entre cada una de las opciones de transporte en la ciudad. De esta manera, los usuarios eligen, según sus necesidades, cómo hacer cada recorrido. La integración en una sola red permite viajar de manera segura, cómoda, y eficiente. De esta manera, el sistema se complementa e integra entre las opciones para moverse dentro de la ciudad.
- Se debe establecer un sistema de unificación tarifaria. Además de facilitar el acceso y uso del sistema del transporte urbano, unificar las formas de pago del servicio ayuda a ser más eficientes a través del uso de la tecnología, como en el caso de las tarjetas inteligentes o prepago con las que se pueda acceder al metro, al transmetro, rutas urbanas y hasta medios de transporte no motorizados.
- Espacios limpios y seguros. Las medidas sanitarias de la pandemia exigen medidas rigurosas de higiene, que eviten la aglomeración de personas, el uso adecuado de las mascarillas, y la sanitización constante de las unidades para evitar que se conviertan en focos de propagación del virus.
- Incorporar la tecnología en las unidades de las rutas urbanas para que sean eficientes y atractivas. Para abordar una unidad, ésta tiene que ser predecible, monitoreable desde un dispositivo móvil, de esta manera los usuarios podremos organizar nuestro día en torno al servicio.
- Analizar subsidios al transporte público de pasajeros. Este es un esquema que en diversas ciudades del mundo contribuye a que el servicio sea de calidad, seguro y altamente eficiente. En Nuevo León puede ser una alternativa que garantice a la ciudadanía el derecho de contar un buen sistema de transporte público y que sea asequible para la población.
- Uso de combustibles renovables. En medio de la crisis de la calidad del aire que se vive en la ciudad, es impostergable hacer una transición del consumo de energía renovable para reducir las emisiones de contaminantes de los combustibles fósiles que actualmente utiliza el sistema.
Y si bien en los últimos años la entidad tuvo un avance con la promulgación de la Ley de Movilidad para el Estado de Nuevo León y la reciente presentación del Plan de Movilidad Urbana Sustentable (PIMUS)-aún pendiente de que se publique los datos de hecho-, es indispensable que exista la voluntad y compromiso de las autoridades para poner en marcha acciones integrales que atiendan de fondo la crisis del transporte.
El transporte público es una necesidad para quienes habitamos el área metropolitana de Monterrey, no se trata de un lujo. Es por eso que reestructurar y modernizar el sistema generaría impactos positivos en la calidad de vida de las personas dentro de la ciudad.
Imagen: pixabay.com Consulta la Encuesta de Percepción Así Vamos, de Cómo Vamos Nuevo León. Consulta el Documento Ejecutivo del Programa Integral de Movilidad Urbana Sustentable (PIMUS-ZMM). Consulta el libro Movilidad Metropolitana en Monterrey, ¿cuál es la solución?, del Dr. Hernán Villarreal M.