Mujeres que trabajaban en la industria textil en Massachusetts se pusieron en huelga y lo que pedían era ¨Pan¨ haciendo referencia a salarios justos y ¨Rosas¨ haciendo referencia a un trato respetuoso y condiciones laborales que tomaran en cuenta la dignidad humana de las mujeres…
Pan y Rosas
El 8 de marzo Día Internacional de las Mujeres trabajadoras, se conmemora desde hace más de 100 años. La necesidad de conmemorar un Día Internacional de las Mujeres nace al final del siglo XIX, después de la revolución industrial (National Geographic, 2020). Las mujeres trabajadoras luchaban por sus derechos laborales y derechos de seguridad, porque no había leyes que las protegieran y las reconocieran como trabajadoras ni como ciudadanas.
De acuerdo a Working USA (2004) otro de los orígenes del 8 de marzo es la marcha ¨Pan y Rosas” en el año 1912 en la cual mujeres que trabajaban en la industria textil en Massachusetts se pusieron en huelga y lo que pedían era ¨Pan¨ haciendo referencia a salarios justos y ¨Rosas¨ haciendo referencia a un trato respetuoso y condiciones laborales que tomaran en cuenta la dignidad humana de las mujeres.
Después de tantos años las mujeres no hemos alcanzado la igualdad de oportunidades, uso, acceso, beneficio de los recursos y toma de decisiones. El 8 de marzo día internacional de las mujeres se conmemora y no se celebra, porque no hay nada que celebrar. Ningún país ha logrado a cerrar brechas de desigualdad de género, ningún país en el mundo tiene 100% en igualdad de género en ámbitos escolares, laborales, institucionales, familiares, religiosos, empresariales, medio ambientales, tecnológicos o políticos.
Todos los días son 8 de marzo porque las mujeres y lo relacionado a las mujeres y a lo femenino es menos valorado que lo masculino y lo relacionado a los hombres, que es considerado más valioso. Debido a ello en todos los países del mundo hay discriminación a las mujeres por el hecho de haber nacido mujeres en ámbitos económicos, políticos y sociales.
La responsabilidad que asumimos para analizar, proponer, actuar y medir desde la particularidad de las necesidades, retos y adversidades de las mujeres es fundamental para restaurar y prever que no existan más desigualdades
¿Cuál sería uno de tantos caminos para llegar a la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres desde las familias, las comunidades o las organizaciones de la sociedad civil para vivir con justicia e igualdad de género? Necesitamos ética de la igualdad además de la ética de la justicia. Históricamente las acciones a favor de la sociedad tienen sus bases en la ética de la justicia para vivir y convivir, con una mirada imparcial y genérica. La ética de la igualdad aporta esta mirada particular de considerar las responsabilidades que tenemos con las otras personas y con las mujeres.
La responsabilidad que asumimos para analizar, proponer, actuar y medir desde la particularidad de las necesidades, retos y adversidades de las mujeres es fundamental para restaurar y prever que no existan más desigualdades. Que las mujeres gocen de sus derechos: derecho a vivir, derecho a la propiedad, derecho a la educación, derecho al trabajo, derecho a sueldos y salarios justos, derecho a vida libre de violencia, derecho a servicios de salud, derecho a disfrutar del tiempo libre y derecho al desarrollo de todas sus capacidades es fundamental para el desarrollo de sociedades modernas y avanzadas.
Todos los días son 8 de marzo porque hasta ahora las mujeres y los hombres precisamos recordar, desaprender, aprender, construir, transformar y producir desde la ética del cuidado que toma en cuenta a las mujeres. La ética de la justicia no es suficiente.
La participación y el involucramiento de las mujeres en la construcción y transformación de la sociedad es ética del cuidado porque reconoce y valora las aportaciones y el talento de las mujeres para sumar esfuerzos en los espacios públicos de la sociedad y no solo al interior de los hogares. Las ideas, voces, conocimiento y experiencia de las mujeres es parte de la sinergia que hacen la ética de la igualdad y la ética de la justicia para tener una sociedad avanzada donde las mujeres nos sintamos seguras, libres de violencia de género y valoradas social, económica y políticamente, para que un día el 8 de marzo sea historia y no más un día para conmemorar y sí para celebrar por haber alcanzado la igualdad de género.
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Bibliografía:
Working USA: The journal of labor and society. (2004). Armonk, NY: M.E. Sharpe, Inc.
Geographic, N. (AGOSTO, 2018). La dolorosa historia detrás del Día Internacional de la mujer. pp. https://www.ngenespanol.com/traveler/la-dolorosa-historia-detras-del-dia-internacional-de-la-mujer/.