Monterrey, Nuevo León, a 28 de septiembre de 2020. La ejecución extrajudicial de dos personas y las heridas por armas de fuego ocasionadas a otras tres en el sur de Monterrey por parte de Fuerza Civil el fin de semana debería indignar a toda nuestra comunidad y prender todas las señales de alarma sobre las prácticas policiales en el seno de esta corporación.
Los hechos revelan graves fallas en el protocolo de uso de fuerza, y un abuso policial preocupante. Ayer se reveló que los oficiales de Fuerza Civil se introdujeron a una propiedad en la cual estaban alojados los 5 hombres agredidos, y después de un forcejeo dispararon por la espalda al menos en 13 ocasiones, de acuerdo con los casquillos recolectados, la mayoría calibre 9 milímetros. En ese sitio fueron ejecutados dos de los hombres, mientras que tres resultaron heridos.
La brutalidad policial y el exceso en el uso de la fuerza quedan evidentes. No es la primera vez que la Fuerza Civil ha sido señalada por violaciones de derechos humanos y abuso de autoridad. En este caso, todo parece indicar que no se siguió ningún protocolo o buena práctica policial, lo cual condujo a esta tragedia.
Desde la sociedad civil organizada exigimos:
- Una explicación pública del secretario de Seguridad Pública del Estado Aldo Fasci sobre el caso, y la aclaración sobre el papel que tenía el superior jerárquico de los elementos de Fuerza Civil que actuaron en estos lamentables hechos. Exigimos que el Estado se disculpe con las víctimas y familiares de esta ejecución extrajudicial y les dé una explicación de los actos y sus consecuencias. El Gobierno Estatal debe asumir el compromiso de una reparación integral del daño hacia las familias.
- A la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) que realice un análisis a fondo en esta institución policial, con supervisión y apoyo de la sociedad civil organizada, para verificar las capacitaciones, protocolos, y manuales que delimitan la actuación de los elementos, y evaluar si los elementos realmente entienden el debido proceso y la presunción de inocencia.
- Es indispensable que la CEDH se mantenga vigilante del actuar de las instituciones encargadas de la seguridad pública para evitar que hechos tan lamentables como estos sigan sucediendo en Nuevo León.
- La intervención inmediata de la Fiscalía del Estado por homicidio doloso.
Además, queremos hacer notar que las víctimas de esta ejecución extrajudicial han sido caracterizadas por la prensa como “albañiles”, y descritas de tal forma que parecieran ser ciudadanos de segunda. Es esencial que como comunidad, nos demos cuenta de la violencia simbólica que ejercemos de múltiples maneras, como lo es el lenguaje que usamos.
Ningún ciudadano es “de segunda” y todas las vidas valen por igual. Nuestro deber es empezar a darnos cuenta de que la violencia que vivimos en México inicia desde cada uno de nosotros, de nuestros prejuicios y nuestro lenguaje, y que somos corresponsables de eliminar estas formas de violencia y discriminación, teniendo empatía y respeto a la dignidad humana.
En Consejo Cívico consideramos que estos abusos policiales en Nuevo León nos deben indignar igual o más que los que vemos en otros países como Estados Unidos o Colombia.
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