Monterrey, Nuevo León, a viernes 17 de abril de 2020. Ante la coyuntura que enfrentamos, Consejo Cívico reconoce los esfuerzos del Gobierno estatal para prevenir la expansión del Covid-19; sin embargo, hacemos un llamado a las autoridades estatales y municipales a reforzar estrategias de prevención de aquellos delitos cometidos en el interior de los hogares.
Es urgente una estrecha coordinación entre dependencias de gobierno y organizaciones civiles, así como reforzar los programas de prevención social de la violencia, para ayudar a las familias en esta contingencia. Detectar oportunamente los casos más graves y canalizar a estas víctimas de violencia familiar hacia refugios, es una de las soluciones, pero también se requiere de un enfoque integral para que los agresores puedan romper la cadena de conductas delictivas.
De acuerdo con la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León, la violencia familiar incrementó 32%, al pasar de mil 258 denuncias en febrero a mil 670 en marzo. Este mismo delito, en su comparativo trimestral, sumó un total de 4 mil 240 casos de enero a marzo de 2020, frente a los 3 mil 339 del mismo periodo en 2019, un alza de 27%. De allí la necesidad de diseñar nuevas formas de atender este grave problema que afecta a Nuevo León desde hace muchos años.
El estrés, la ansiedad, el hacinamiento, el consumo de sustancias adictivas y la falta de empleo son factores que podrían agravar la violencia en los hogares a lo largo de las próximas semanas, especialmente considerando que se prolongó la jornada de Sana Distancia hasta finales de mayo.
Asimismo, la estadística de incidencia delictiva de la Fiscalía refleja que el delito de violación registró un incremento de 25% al pasar de 75 denuncias en febrero a 94 en el mes de marzo de 2020. En cambio, el alza es de 54% al comparar el trimestre de enero a marzo del presente año con 234 casos, frente a los 152 reportados en el mismo periodo de 2019.
Desde la sociedad civil organizada pedimos a las autoridades responsables mayor coordinación y estrategias puntuales para desactivar los riesgos de violencia en el hogar, tanto en el periodo de emergencia sanitaria, como a largo plazo, con el fin de incidir en un marcado descenso de estos delitos en Nuevo León.