Urgente atender integralmente la crisis del Sistema de Transporte Urbano

Para poder encontrar una solución de fondo a la situación actual del sistema de transporte urbano, es vital que el tema se analice únicamente con una visión técnica. 

El tema tarifario ha desviado la atención de lo verdaderamente importante: necesitamos mejorar de manera integral nuestro sistema de transporte público y la movilidad en nuestra área metropolitana, cambiando de raíz todas las fallas institucionales que actualmente impiden que tengamos un sistema de transporte público de pasajeros moderno, de alta calidad, con menor impacto ambiental y con una gestión transparente y eficiente. 

Un cambio de visión y de impacto real de cara a la sociedad, es un verdadero compromiso para resolver los problemas que más afectan a nuestra metrópoli en este momento: 

PROBLEMÁTICA ACTUAL

  • La reducción drástica del número de unidades de transporte urbano en circulación.
  • La disminución de las frecuencias de paso de estas unidades.
  • El deterioro de condiciones de seguridad y comodidad causado por la falta de mantenimiento de camiones.
  • El incumplimiento de todos los actores del sistema de sus responsabilidades legales vigentes.

Por lo mismo, para evitar de manera irremediable el camino a una crisis más profunda consideramos: 

PROPUESTAS

  1. El estado debe asumir su responsabilidad como principal garante y articulador para que se brinde un servicio de transporte urbano de calidad que satisfaga las necesidades de los ciudadanos, así como fomentar las decisiones en fundamentos técnicos.
  2. Asegurar el funcionamiento del Sistema Estatal de Información y Registro de Transporte con el fin de permitir el escrutinio público sobre la situación real, publicando:
    • Todos los registros de permisos y concesiones.
    • El estado mecánico actual, antigüedad y seguros de todas las unidades.
    • La información completa de los viajes realizados por los usuarios de la tarjeta Feria.
  3. Publicar un Plan de Acción de corto plazo, que contemple medidas preventivas y correctivas para reestablecer de inmediato una calidad adecuada del servicio de transporte público urbano, que incluya: 
    • Un programa de verificación vehicular para todos los equipos de transporte urbano.
    • Una auditoría de las frecuencias de paso de las unidades
    • Una auditoría del cumplimiento de los requisitos de la concesión o permisos vigentes.
  4. Asegurar el reingreso de más de 800 unidades paradas en un plazo de seis meses.
  5. Transparentar y socializar el proceso de elaboración del Plan Integral de Movilidad Urbana Sustentable.
  6. Comprometer una propuesta de reestructuración de rutas al pleno del Consejo Estatal de Transporte y Vialidad, con implementación completa en el 2020.
  7. Presentar un plan completo de migración a un sistema electrónico integrado para eliminar el pago en efectivo en el 2020.
  8. Vigilar las condiciones del servicio prestado (comodidad y seguridad para los usuarios, respetar las tarifas, itinerarios, paradas, horarios, frecuencias).
  9. Al Congreso, aprobar la Iniciativa de Ley de Movilidad con las observaciones realizadas en las mesas de consulta con la sociedad civil organizada. 

La evolución del transporte público urbano en los últimos años nos aleja del ideal al que como sociedad neolonesa debemos aspirar, lo cual pone en riesgo la competitividad del estado, el medio ambiente, la seguridad y el bienestar de los ciudadanos.

Los organismos empresariales y de la sociedad civil que suscribimos, consideramos que el usuario del transporte urbano debe ser la figura central alrededor de la cual todos trabajemos, buscando garantizar su movilidad de una manera segura, cómoda y eficiente. 

Por la complejidad del reto es necesario generar los cambios por todos los actores involucrados para reorientar el rumbo: el Ejecutivo, el Consejo Estatal de Transporte y Vialidad, la Agencia Estatal de Transporte, la Secretaría de Desarrollo Sustentable, los municipios del área metropolitana, el Congreso, los representantes de usuarios, de la iniciativa privada, de la sociedad civil y los transportistas urbanos. Es clave encontrar los espacios de colaboración y así encontrar las soluciones y los consensos para transitar hacia un Transporte Público Urbano acorde al liderazgo social y económico de Nuevo León.