Alternativas Pacíficas, “el abrazo que necesitamos”

Los feminicidios son la forma más extrema de violencia machista hacia la mujer

En 2017, un total de 72 feminicidios fueron contabilizados por organizaciones civiles de Nuevo León. Esto equivale a un promedio de seis mujeres por mes, tendencia que se mantiene en lo que vamos de 2017, de acuerdo con Alternativas Pacíficas (AP).

Los feminicidios son la forma más extrema de violencia machista hacia la mujer, violencia que por décadas persistía en el núcleo familiar y que Alternativas Pacíficas se ha dado a la tarea de atender para dar visibilidad en busca de mayor conciencia social.

Desde su fundación en 1996, la organización ha sido el espacio seguro para que las mujeres víctimas de violencia familiar, al igual que los niños y las niñas puedan encontrarse a sí mismos, antes de la violencia perpetuada por lo general a puertas cerradas.

Además de acompañar a las víctimas en procesos de denuncias legales, Alternativas Pacíficas ofrece apoyo integral desde espacios de refugio hasta atención médica, psicológica y ocupación laboral, explica Rosario Pacheco, directora de la organización. Y porque como dice Surem Méndez, integrante de AP , «allí se la rifarán por ti, cuando más necesitada de fuerza estés».

En sus 21 años, Alternativas Pacíficas ha atendido 903 mil 962 personas mediante asesoras victimológicas, proceso en el que el miedo juega un papel común en la mayoría de los casos, pero que donde el acompañamiento y la asesoría han sido clave para salir del círculo de la violencia familiar.

Si una denuncia y la justicia no cumplen su función, ya sea por omisión o acción, entonces la cadena de complicidad de todas las personas por las que pasa una víctima es evidente porque le están fallando. Eso por eso que Alternativas Pacíficas no quiere callarse la violencia que las mujeres sufren, sostiene Surem.

Intentando impulsar una culturalización de la igualdad, Alternativas Pacíficas sabe que aún falta mucho por hacer a pesar de los avances tan marcados como la Declaratoria de

Alerta de Género y la implementación de protocolos que se han efectuado gracias a esfuerzos de las asociaciones civiles y el Estado.

“Es necesario invertir en la prevención y la sensibilización para que se dejen de perpetuar los roles de género en el ámbito público y privado. Erradicar la violencia económica y el desarraigo del machismo”, detalla Rosario Pacheco quien enfatiza sobre la importancia de contar con políticas públicas e instituciones inclusivas, respetuosas de la identidad y que no vulneren los derechos.