Sus aciones generan un ambiente de suspicacia y especulaciones sobre posibles desvíos de recursos públicos.
Desde Consejo Cívico hemos reiterado nuestra postura de que el gobernador de Nuevo León debe dedicarse a gobernar de tiempo completo, función que le asignó la ciudadanía hace dos años.
Recolectar firmas para una posible campaña presidencial y a la par querer gobernar el estado, es privilegiar su interés personal y hacer a un lado los intereses ciudadanos de concentrarse y atender los problemas estructurales de Nuevo León.
En este sentido, si bien Jaime Rodríguez legalmente no está obligado a dejar su cargo mientras consigue las firmas que lo lleven a alcanzar un registro ante instancias electorales, creemos que por congruencia y ética debe solo enfocarse en sus aspiraciones presidenciales.
De lo contrario, consideramos que mantenerse como gobernador del estado genera un ambiente de suspicacia y especulaciones sobre posibles desvíos de recursos públicos, ante la participación directa de funcionarios estatales para el acopio de firmas a través de la asociación La Nueva Independencia, como él mismo ha declarado.
Los ciudadanos debemos de estar vigilantes de este proceso que debe ser a todas luces transparente, estar al pendiente de las acciones de Jaime Rodríguez a quien entregaron su confianza y exigir que no se utilicen nuestros recursos públicos con fines político-electorales.